La fibrosis quística (FQ) es un trastorno hereditario potencialmente mortal que daña los pulmones y el tracto digestivo. Es causada por un gen defectuoso que desencadena la producción de moco espeso que obstruye las vías respiratorias y bloquea la secreción de enzimas digestivas.
Los síntomas son progresivos y a menudo graves, y pueden incluir problemas respiratorios, infecciones pulmonares recurrentes, crecimiento deficiente, infertilidad masculina e inflamación crónica del páncreas, el hígado, los riñones y el corazón.
La FQ se puede diagnosticar con análisis de sangre, pruebas genéticas y un procedimiento conocido como prueba de cloruro en el sudor. Si bien no existe cura para la FQ, existen tratamientos que pueden mejorar tanto la duración como la calidad de vida.