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Rotavirus en niños pequeños

El rotavirus (o rotavirus) es una infección viral común entre los niños pequeños. Obtenga más información sobre los síntomas y cómo se tratan.

El rotavirus (o rotavirus) es una infección viral común entre los niños pequeños. Es la causa más común de diarrea en los niños de EE. UU. Y es una de las principales causas de muerte entre los niños de los países en desarrollo. El virus actúa atacando el revestimiento del intestino delgado, lo que a menudo provoca una gran pérdida de líquidos y electrolitos. El virus se transmite a través del contacto oral con materia fecal y es común en los entornos de cuidado infantil.

Si bien se pueden recetar algunos medicamentos para ayudar a tratar síntomas como las náuseas, actualmente no se prescribe ningún medicamento para tratar el virus en sí.1 Los antibióticos no son efectivos ya que se trata de una infección viral en lugar de una infección bacteriana. Hubo cierto éxito con una vacuna llamada RotaShield, pero muchos niños sufrieron efectos nocivos por la vacuna y posteriormente se retiró del mercado. Actualmente se están administrando con éxito otras dos vacunas. Uno se llama RotaTeq y el otro se llama Rotarix. Hable con su proveedor de atención médica sobre la posible prevención del rotavirus con estas vacunas.

Síntomas

Los síntomas de esta enfermedad incluyen diarrea, fiebre baja, vómitos y náuseas. Estos síntomas suelen durar de 3 a 8 días. Es más probable que los niños infecten a otros cuando tienen síntomas y durante los primeros 3 días después de recuperarse.

Tratos

El tratamiento en el hogar incluye mucho descanso y el uso de una solución de reemplazo de electrolitos oral como Pedialyte. No se recomiendan Gatorade y otras bebidas deportivas, ya que contienen altas cantidades de azúcares que pueden irritar aún más el tracto intestinal. Empiece a administrar Pedialyte a la primera señal de heces blandas o vómitos. Las madres lactantes deben continuar amamantando además de administrar Pedialyte.

El mayor peligro de esta enfermedad es la deshidratación.1 Los signos de deshidratación severa incluyen irritabilidad, letargo, ojos hundidos, punto blando hundido (en bebés), boca y lengua secas, viajes al baño menos frecuentes y pañales secos durante más de un par de horas. Si nota estos signos, es imperativo que se comunique con su médico de inmediato. Si su hijo está hospitalizado, generalmente se administra rehidratación intravenosa y puede salvarle la vida.

Prevención

Para ayudar a prevenir la propagación de esta enfermedad, asegúrese de lavarse las manos con frecuencia y desinfectar cualquier superficie que use para cambiar pañales.2 Si su hijo asiste a la guardería, asegúrese de que se sigan los procedimientos adecuados de lavado de manos y saneamiento, que incluye manos para aquellos que están aprendiendo a ir al baño después de cada uso del baño.

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