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¿Qué es la neumonía micótica?

La neumonía por hongos es una infección pulmonar causada por hongos en el medio ambiente. Las personas con sistemas inmunitarios debilitados corren mayor riesgo de sufrir complicaciones.

La neumonía por hongos es un tipo de neumonía (infección pulmonar) causada por esporas de hongos en el aire, el suelo o los entornos clínicos. Afección no contagiosa, sus síntomas son similares a los de la gripe: tos, dolor de cabeza, mucosidad espesa, fiebre y dolor en el pecho, entre otros.1

Por lo general, afecta a las personas con síntomas inmunitarios debilitados; si no se trata, esta clase de infecciones pulmonares puede volverse muy grave e incluso mortal.

Varios tipos de hongos causan neumonía fúngica, aunque los tres más comunes son Pneumocystis, Cryptococcus o Aspergillus.2 La infección ocurre cuando se inhalan esporas de estos hongos.

Imágenes de Marko Geber / Getty

Estos tipos de infecciones ocurren con mayor frecuencia en personas con inmunidad comprometida, como adultos mayores de 65 años, niños menores de 2 años o personas con enfermedades crónicas, como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH / SIDA) o el cáncer.

Debido a que la neumonía fúngica tiende a desarrollarse en personas con sistemas inmunitarios ya debilitados, el tratamiento puede ser un desafío. Dicho esto, existen medicamentos antimicóticos diseñados para combatir este tipo de infección, siendo el itraconazol el que se indica con mayor frecuencia.

Síntomas

Debido a que los síntomas más comunes de la neumonía fúngica son similares a los de las infecciones pulmonares virales o bacterianas, el diagnóstico y el tratamiento adecuado pueden retrasarse. Esos síntomas son:

  • Fiebre
  • Escalofríos
  • Tos con flema espesa de color
  • Dificultad para respirar
  • Dolor al respirar o toser
  • Náuseas y / o vómitos
  • Diarrea4

La edad puede influir en el tipo y la gravedad de los síntomas en las personas con neumonía fúngica, que incluyen:

  • En los adultos mayores, los síntomas de la neumonía fúngica tienden a ser leves, pero la afección también puede provocar confusión mental, que requiere atención médica inmediata.
  • Los bebés y niños pequeños con la afección pueden tener dificultad para alimentarse, piel de color pálido, dificultades para respirar (gruñidos o estertores al respirar), apariencia flácida, menor producción de orina e irritabilidad.

Si sospecha que tiene neumonía o le han diagnosticado, informe a su médico si presenta los siguientes síntomas:

  • Dificultad para respirar persistente
  • Fiebre persistente con mucha mucosidad
  • Fatiga extrema5

Llame al 911 para obtener ayuda de emergencia si usted o un ser querido experimenta:

  • Dificultades respiratorias y dificultad para respirar en reposo.
  • Dolor y malestar en el pecho nuevos o crecientes
  • Confusión o pensamiento desordenado5

Causas

Principalmente, la neumonía por hongos se desarrolla cuando se inhalan esporas de hongos. Cada forma de esta enfermedad surge de un tipo correspondiente de hongo que a menudo es nativo de regiones específicas. Estos hongos incluyen:

  • Coccidioides es nativo del suelo del suroeste de Estados Unidos, así como de partes de América Central y América del Sur.
  • Los hongos histoplasma se desarrollan a partir de los excrementos de ciertas especies de aves y murciélagos que se encuentran típicamente en el centro y este de los Estados Unidos, especialmente en los valles de los ríos Ohio y Mississippi. También se originan en América Central y América del Sur, África, Asia y Australia.
  • Cryptococcus neoformans se encuentra en el suelo y en los excrementos de aves de todas partes del mundo.
  • Blastomyces vive en madera podrida, hojas y suelo húmedo en los estados del medio oeste, centro sur y sureste.

Además de estas, se encuentran las infecciones fúngicas oportunistas, aquellas que están presentes en cualquier entorno interior o exterior, incluidos los entornos clínicos u hospitalarios, llamadas infecciones adquiridas en el hospital (HAI). Los más comunes entre estos son Candida, Aspergillus y Pneumocystis jirovecii, los dos últimos de los cuales causan neumonía.

En general, estas infecciones son raras en adultos sanos y tienden a infectar a personas con inmunidad comprometida. Éstas incluyen:

  • Adultos de 65 años o más
  • Niños pequeños y bebés de 2 años o menos
  • Pacientes con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH / SIDA)
  • Pacientes que toman grandes dosis de corticosteroides
  • Personas con trastornos autoinmunes (lupus, esclerosis múltiple y otros)
  • Aquellos con trastornos hematológicos (sanguíneos)
  • Pacientes con trasplante de médula ósea
  • Fumadores de tabaco3

Además, la inmunidad puede verse afectada por una serie de afecciones cardíacas o pulmonares preexistentes, que incluyen:

  • Fibrosis quística
  • Asma
  • Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)
  • Enfisema
  • Bronquiectasias
  • Diabetes no controlada5

Tipos

Como se señaló, hay varios tipos de neumonías fúngicas y, si bien se alinean en gran medida, los síntomas pueden variar ligeramente entre ellos. Los tipos de neumonía se clasifican según el hongo que causa la infección.

Neumonía por Pneumocystis

Derivada de los hongos Pneumocystis jirovecii, similares a las levaduras, la neumonía por Pneumocystis causa tos seca intensa, fiebre y dolores en el pecho. Por lo general, afecta a las personas con sistemas inmunitarios vulnerables, como los pacientes con cáncer y las personas con VIH, o las personas que se han sometido a un trasplante de médula ósea o que toman altas dosis de corticosteroides.8

Dado que esta neumonía fúngica surge con mayor frecuencia en personas que ya están muy enfermas e inmunodeprimidas, esta afección puede ser muy difícil de afrontar. El tratamiento puede consistir en medicación oral o inyecciones intravenosas diarias durante tres semanas. Si bien los resultados están mejorando, este tipo de neumonía sigue siendo una de las principales causas de muerte entre los pacientes con VIH / SIDA.8

Fiebre del Valle

También conocida como coccidioidomicosis, la fiebre del valle surge de la exposición a los hongos Coccidioides del suelo en el suroeste de los EE. UU., Así como en partes de América Central y América del Sur. Por lo general, afecta a las personas de 60 años o más y a las personas expuestas a entornos polvorientos, como los trabajadores agrícolas y los trabajadores de la construcción.

Los síntomas de esta infección por hongos fiebre, tos, dolor de cabeza, sarpullido y dolor muscular y articular imitan otras enfermedades, lo que dificulta el diagnóstico.9

Las perspectivas para las personas con esta afección son más favorables que para las que padecen otras neumonías fúngicas: si bien el tratamiento es extenso y dura hasta seis meses, la mayoría de las personas responden bien y se recuperan por completo. Dicho esto, las infecciones a largo plazo y el daño a los nervios pueden persistir, y los casos no tratados pueden ser muy peligrosos.

Histoplasmosis

Causada por el hongo Histoplasma del centro y este de los Estados Unidos, la histoplasmosis causa fatiga, fiebre y tos, así como otros síntomas típicos de la neumonía. Muchos casos, que surgen de tres a 17 días después de la exposición, se resuelven por sí solos, aunque algunos casos pueden volverse avanzados y graves.10

En el peor de los casos, las infecciones se propagan desde los pulmones a otras partes del cuerpo, como la médula espinal y el cerebro.

Los cursos de tratamiento que toman medicamentos pueden durar de tres a 12 meses. Los casos graves de esta neumonía pueden ser mortales y la histoplasmosis tiene una tasa de mortalidad de alrededor del 4% a los seis meses de la hospitalización10.

Cryptococcus

Esta neumonía se debe a la exposición a Cryptococcus neoformans, que se encuentra en madera podrida y excrementos de aves en ambientes naturales. Al igual que con otras infecciones, el criptococo solo ocurre en personas con sistemas inmunológicos ya débiles, y la mayoría de las personas sanas pueden defenderse de esta enfermedad.11

Los síntomas típicos de la neumonía acompañan a los casos de criptococos. Si no se trata, puede progresar a una infección del cerebro o la médula espinal llamada meningitis criptocócica.

Los medicamentos antimicóticos para esta afección se toman durante al menos seis meses, con una mortalidad estimada en alrededor del 12%. Al igual que la neumonía por Pneumocystis, esta infección fue una vez una causa importante de muerte entre los pacientes con VIH / SIDA, aunque estos números han disminuido a medida que mejoran las terapias.11

Aspergilosis

Entre los hongos que se transmiten por el aire con mayor frecuencia se encuentra el Aspergillus, un moho que se encuentra en muchos ambientes interiores y exteriores. La infección resultante, la aspergilosis, a menudo se adquiere en el ámbito hospitalario en pacientes con inmunodeficiencia grave.12 Este tipo, junto con el criptococo y algunos otros, se asocia con casos de VIH / SIDA en etapa tardía.

Además de los síntomas de la neumonía, este tipo de infección puede hacer que crezcan masas conocidas como bolas de hongos (aspergiloma) en los pulmones. También puede extenderse a otros órganos.12

Si bien las formas más leves de aspergilosis se tratan y controlan fácilmente con farmacoterapia, los casos graves pueden ser peligrosos. Dado que las personas inmunodeprimidas se ven afectadas, esta condición puede volverse mortal. Por ejemplo, la tasa de supervivencia a un año para las personas con esta afección después del trasplante de órganos es de aproximadamente 59% .12

Diagnóstico

Uno de los principales desafíos de la neumonía fúngica es que es una enfermedad que se parece a otras. Muchas personas retrasan la búsqueda de atención médica, asumiendo que tienen un resfriado o una gripe. Además, determinar la causa exacta requiere una evaluación de laboratorio de cultivos encontrados en moco y / o líquido de los pulmones.

El diagnóstico se realiza mediante las siguientes pruebas:

  • Evaluación: la evaluación inicial es una evaluación de la historia clínica y los síntomas, así como un examen físico, que incluye un médico que usa un estetoscopio para escuchar sus pulmones.
  • Radiografía de tórax: las imágenes de rayos X evalúan la acumulación de líquido en los pulmones, el patrón de inflamación y la gravedad de la enfermedad.
  • Análisis de sangre: una muestra de sangre puede determinar la salud del sistema inmunológico y la reacción de su cuerpo al hongo. A menudo, se solicita un hemograma completo (CBC) que mide las cantidades de glóbulos blancos y rojos, así como las plaquetas.
  • Hemocultivo: para asegurarse de que la infección no se haya propagado de los pulmones a otras partes del cuerpo, es posible que se requieran análisis clínicos de muestras de sangre. La presencia de patógenos en el torrente sanguíneo merece una atención especial.
  • Pulsioximetría: esta prueba, u otras que controlan los niveles de oxígeno en sangre, se pueden realizar en casos avanzados. Los niveles extremadamente bajos pueden indicar una emergencia médica.

En casos graves, es posible que se necesiten pruebas adicionales, que incluyen:

  • Prueba de esputo: para ayudar a determinar los hongos específicos u otra causa de infección, será necesario analizar clínicamente una muestra de su flema (la mucosidad de los pulmones).
  • Tomografía computarizada (TC) de tórax: si los médicos sospechan un daño significativo en los pulmones o el desarrollo de complicaciones allí, se solicitará este tipo de imágenes.
  • Cultivo de líquido pleural: la pleura es el tejido que cubre cada pulmón y reviste la cavidad torácica. Las muestras del líquido que rodea este tejido pueden examinarse para detectar signos de hongos o bacterias.
  • Broncoscopia: mediante el uso de un dispositivo endoscópico, básicamente una cámara al final de un tubo retráctil, los médicos pueden ver videos en tiempo real del interior de los pulmones y las vías respiratorias.4

Tratamiento

La neumonía micótica se trata principalmente con medicamentos antimicóticos. Las dosis y métodos de administración específicos varían según el caso individual y el tipo de infección. Los medicamentos indicados incluyen:

  • Itraconazol: de una clase de medicamentos antimicóticos llamados triazoles, el itraconazol es el medicamento más común indicado para blastomicosis, histoplasmosis y aspergilosis. Disponible con el nombre de Sporalax, se toma como comprimido oral o líquido.
  • Fluconazol: este triazol, con el nombre comercial Diflucan, no solo se usa para tratar la infección criptocócica y la fiebre del valle, sino que también está indicado para prevenir la neumonía fúngica en pacientes con VIH / SIDA o trasplantados de órganos. Este medicamento se toma en forma de tableta o por vía intravenosa.14
  • Otros triazoles: también se pueden recetar otros medicamentos de esta clase, como Vfend o Vfend IV (voriconazol), Noxafil (posaconazol) o Cresemba (isavuconazol) para la aspergilosis.
  • Inyección de anfotericina B: de otra clase de antifúngicos llamados polienos, estos medicamentos con las marcas Abelcet y Ambisome se toman por vía intravenosa todos los días en casos graves de neumonía fúngica.15
  • Trimetoprim / sulfametoxazol: la combinación de estos antibióticos, que se venden bajo los nombres de Bactrim, Septra y Cotrim, a menudo está indicada en casos de neumonía por Pneumocystis.8
  • Equinocandinas: las infecciones por Aspergillus pueden tratarse con esta clase de medicamentos, que actúa directamente sobre los hongos, evitando que se propaguen. Se pueden prescribir tres tipos: caspofungina, micafungina y anidulafungina.

En casos graves, se puede solicitar oxigenoterapia para restaurar los niveles de oxígeno y ejercicios de respiración para aflojar la mucosidad y fortalecer los pulmones.5 En general, la duración del tratamiento para la neumonía fúngica puede durar hasta un año.

En casos muy avanzados de criptococos, fiebre del valle y aspergilosis, se pueden formar crecimientos de hongos llamados micetomas en los pulmones y es necesario extirparlos quirúrgicamente.16 Este delicado trabajo se emprende solo si las terapias anteriores no han dado resultados.

Complicaciones

Si la neumonía fúngica progresa, surgen una serie de complicaciones potencialmente muy peligrosas:

  • Absceso pulmonar: los casos avanzados de neumonía fúngica hacen que se acumule líquido pusviscoso, amarillento o verde en las cavidades de los pulmones.
  • Trastornos pleurales: la pleura puede enfermarse o inflamarse.
  • Edema pulmonar: esta afección, causada por la acumulación de líquido en los pulmones, provoca graves dificultades respiratorias.
  • Insuficiencia respiratoria: la inflamación severa dentro de los pulmones puede evitar que realicen su función de traer oxígeno y eliminar dióxido de carbono, lo que dificulta la respiración.

Si la infección se propaga de los pulmones al torrente sanguíneo, otras partes del cuerpo se vuelven vulnerables. Esto conduce a una serie de afecciones graves, que incluyen:

  • Meningitis fúngica: si la infección se propaga al líquido cefalorraquídeo que rodea el cerebro y la columna, surge la meningitis fúngica. Los síntomas de esta afección potencialmente fatal incluyen dolor de cabeza, fiebre y rigidez en el cuello.
  • Insuficiencia renal: la neumonía fúngica puede dañar los riñones, que sirven para filtrar y limpiar el torrente sanguíneo. Cuando se produce un daño, se pueden acumular productos de desecho dañinos en el cuerpo.
  • Otras fallas orgánicas: el hígado y el bazo también pueden dañarse a medida que avanza la infección en el cuerpo.
  • Efectos cardíacos: los casos graves de neumonía pueden provocar problemas cardíacos y problemas de circulación. A su vez, aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca o ataque cardíaco.

Los casos avanzados de neumonía fúngica de todas sus formas también pueden provocar micetomas en los pulmones. El aspergiloma, el desarrollo de micetomas como resultado de la infección por Aspergillus, es la forma más común, pero la fiebre del valle, la histoplasmosis y el criptococo pueden causar este tipo de crecimientos16.

Una palabra de Verywell

La neumonía micótica representa un desafío médico persistente. Este tipo de enfermedad es particularmente problemático porque afecta a personas que ya están enfermas, lo que aumenta su carga. Además, esta afección a menudo pasa desapercibida y no se trata, lo que empeora los resultados.

Pero si bien hay mucho espacio para la preocupación frente a esta condición, también hay esperanza. La comprensión de la medicina de cómo los hongos como Aspergillus, Pneumocystis y otros afectan el cuerpo y cómo tratarlos se está expandiendo. A medida que continúe la investigación, las perspectivas solo mejorarán.

Si usted o un ser querido tiene neumonía por hongos, no dude en buscar la ayuda médica que necesita, aprenda todo lo que pueda sobre la afección y asegúrese de que familiares, amigos y compañeros de trabajo estén listos para ayudar. Estos esfuerzos combinados ayudarán a aliviar la carga de la neumonía fúngica.

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