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Recomendaciones de ejercicio para el síndrome de Marfan

El ejercicio puede representar un riesgo particular para las personas con síndrome de Marfan. Aquí hay recomendaciones para hacer ejercicio con esta condición.

El síndrome de Marfan es un trastorno hereditario común del tejido conectivo. Aproximadamente 1 de cada 5,000 a 10,000 nace con el síndrome de Marfan.1 Esta condición comúnmente afecta el sistema esquelético, el corazón, los vasos sanguíneos y los ojos.

Las personas con síndrome de Marfan, especialmente aquellas que tienen una participación significativa del sistema cardiovascular, pueden tener que limitar su actividad física, pero la mayoría aún puede permanecer activa y participar en al menos algunos deportes competitivos.

Riesgo potencial de las actividades deportivas

Las personas con síndrome de Marfan suelen ser bastante altas y delgadas, y sus brazos y piernas son más largos de lo normal. También suelen tener dedos largos (una condición que los médicos llaman aracnodactilia), una forma anormal del pecho (pectus carinatum o pectus excavatum) y dislocación del cristalino del ojo.

Las complicaciones más potencialmente mortales del síndrome de Marfan están relacionadas con el corazón y los vasos sanguíneos; en particular, aneurisma de la aorta.

Un aneurisma es una dilatación (hinchamiento) de la pared del vaso sanguíneo. Esta dilatación debilita enormemente la pared de la aorta y la hace propensa a una ruptura repentina (disección). La disección aórtica es una emergencia médica y puede provocar la muerte súbita en personas con síndrome de Marfan.

Es más probable que esta afección ocurra durante momentos en los que el sistema cardiovascular está sometido a un estrés significativo. El ejercicio vigoroso, en particular, puede precipitar la disección aórtica en una persona con síndrome de Marfan. Por esta razón, los jóvenes que tienen síndrome de Marfan a menudo deben limitar su participación en actividades deportivas.

Nunca es fácil para los jóvenes escuchar que su actividad física debe ser limitada. Afortunadamente, la mayoría de las personas que padecen el síndrome de Marfan pueden mantenerse activas, pero con restricciones.

Es importante que estos jóvenes deportistas conozcan el tipo de actividades que deben evitar y las que pueden seguir disfrutando.

Recomendaciones generales de ejercicio

Las recomendaciones formales sobre la participación en una actividad atlética competitiva para atletas con síndrome de Marfan fueron publicadas en 2005 por la Conferencia Bethesda sobre recomendaciones de elegibilidad para atletas competitivos con anomalías cardiovasculares. Estas recomendaciones se actualizaron en 2015.1

En particular, la Conferencia de Bethesda se dirigió específicamente a las personas que participan en deportes organizados y competitivos. En particular, estableció pautas para las escuelas y otras organizaciones con tales programas. No se dirigió específicamente al atleta recreativo.

Sin embargo, las recomendaciones aún pueden proporcionar una guía para los atletas recreativos y sus médicos.

Actividades a considerar

En general, si no se aplica más de uno de los siguientes a alguien con síndrome de Marfan, puede participar en deportes competitivos sin contacto que no generen un estrés significativo en el sistema cardiovascular:

  • Dilatación de la raíz aórtica
  • Insuficiencia mitral significativa
  • Otras anomalías cardíacas graves
  • Antecedentes familiares de disección aórtica o muerte súbita con aorta mínimamente dilatada

Pueden disfrutar de lo que se denomina actividades deportivas estáticas bajas y moderadas, es decir, aquellas actividades que normalmente no requieren "ráfagas" de ejercicio intenso. Ejemplos de actividades apropiadas incluyen:

  • Golf
  • Bolos
  • Senderismo
  • Grillo
  • Tiro al arco
  • Curling

Si una persona con síndrome de Marfan ha tenido una corrección quirúrgica de la aorta y su cirujano lo autoriza, las actividades deportivas generalmente deben limitarse a ejercicios de baja intensidad como caminar, jugar bolos, golf o yoga.

Algunas personas con síndrome de Marfan pueden ser autorizadas individualmente por sus médicos para hacer más que ejercicios de baja intensidad, pero eso se hace caso por caso.

Actividades para evitar

Cualquier persona con síndrome de Marfan debe evitar:

  • Deportes que pueden hacer que el cuerpo choque con algo, como otros jugadores, el césped u otros objetos.
  • Ejercicios isométricos como el entrenamiento con pesas, que aumenta la tensión en la pared del corazón y los vasos sanguíneos.
  • Actividades de alta resistencia que activan la maniobra de Valsalva (apnea)

Ajustes de seguimiento y actividad

Se pueden usar ecocardiogramas periódicos (cada seis a 12 meses) para guiar un nivel apropiado de actividad física para las personas con síndrome de Marfan.

Estos se hacen para buscar dilatación de la raíz de la aorta y regurgitación mitral. O bien, si está presente, aumenta el riesgo de disección aórtica y otras emergencias cardiovasculares.

En tales casos, es probable que sea necesario repensar las actividades aprobadas.

Las personas con síndrome de Marfan tienen un riesgo mayor de por vida de eventos cardiovasculares graves y requieren un seguimiento médico regular.

Una palabra de Verywell

Se recomiendan restricciones de ejercicio para cualquier persona con síndrome de Marfan. Sin embargo, el grado de restricción variará de persona a persona, y la mayoría pueden (y se les anima a) disfrutar de estilos de vida activos con las precauciones adecuadas.

Cierto grado de ejercicio es importante para todos, por lo que si tiene el síndrome de Marfan, debe trabajar con su médico para diseñar un programa de ejercicios que optimice su salud sin ponerlo en riesgo indebido.

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