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El VIH no causa el SIDA de la forma en que pensamos

Investigaciones emergentes han demostrado que el modo predominante de muerte celular durante la infección por VIH no es causado por virus que flotan libremente, sino por el sistema inmunológico.

Durante décadas, se creyó que el VIH progresaba hasta convertirse en SIDA de una manera bastante sencilla: propagándose por el cuerpo como un virus de libre circulación, adhiriéndose a las células inmunes (predominantemente células T CD4 +) y secuestrando su maquinaria genética para crear múltiples copias de sí mismo. Al hacerlo, el VIH puede diseminarse por todo el sistema, expandiéndose en número hasta que se eliminan suficientes células T para comprometer completamente las defensas inmunológicas de una persona (la definición clínica de SIDA).

La investigación emergente sugiere que probablemente este no sea el caso, o al menos no sea la vía de la enfermedad que habíamos presumido durante mucho tiempo. De hecho, desde finales de la década de 1990, los científicos habían comenzado a observar que el VIH también se puede propagar directamente de una célula a otra sin crear ningún virus que circule libremente.

Este modo secundario de transmisión, según una investigación del Instituto Gladstone de Virología e Inmunología con sede en San Francisco, es entre 100 y 1,000 veces más eficiente en el agotamiento de las células CD4 que un virus de circulación libre y puede ayudar a explicar, en parte, por qué la actual los modelos de vacunas no pueden prevenir o neutralizar adecuadamente el VIH.

Al transmitirse de una célula a otra, el VIH puede provocar una reacción en cadena celular en la que las células inmunes literalmente se suicidan en grandes cantidades. La investigación sugiere que hasta el 95 por ciento de la muerte de las células CD4 se produce de esta manera, en comparación con solo el 5% con el virus libre.

Entendiendo el VIH y el SIDA

Explicación de la transmisión de celda a celda

La transferencia de célula a célula del VIH se produce a través de las llamadas "sinapsis virológicas", en las que la célula infectada se adhiere a una célula huésped "en reposo" y emplea proteínas virales para romper la membrana celular. (El proceso fue capturado en video en 2012 por científicos de UC Davis y la Escuela de Medicina Mount Sinai).

Una vez invadido, el huésped reacciona a los fragmentos de ADN viral depositado, desencadenando un proceso llamado piroptosis en el que la célula reconoce las señales de peligro y gradualmente se hincha y explota, matándose a sí misma. Cuando esto ocurre, la célula explosiva libera proteínas inflamatorias llamadas citocinas que envían señales a otras células inmunes a las células de ataque que luego son activamente dirigidas a la infección por VIH.

Los investigadores de Gladstone pudieron demostrar que al prevenir el contacto de célula a célula a través de inhibidores químicos, bloqueadores sinápticos o incluso al separar físicamente las células, se detuvo eficazmente la muerte de las células CD4. Llegaron a la conclusión de que el contacto de célula a célula era "absolutamente necesario" para que se produjera la muerte celular (y la progresión de la enfermedad).

Implicaciones de la investigación

Lo que hace que estos hallazgos sean particularmente importantes es que no solo explican los mecanismos para el agotamiento de las células CD4, sino que también destacan las debilidades inherentes al diseño actual de la vacuna.

En general, los modelos de vacunas contra el VIH se han centrado en preparar el sistema inmunológico para que reconozca y ataque las proteínas de superficie del virus en circulación libre. Sin embargo, cuando el VIH se transmite de una célula a otra, es esencialmente impermeable al ataque, protegido de la detección desde el interior mismo de la estructura de la célula infectada.

Para superar esto, los modelos más nuevos deberán ayudar al sistema inmunológico a apuntar mejor a las proteínas vitales para la formación sináptica y / o crear agentes antivirales que puedan inhibir el proceso sináptico. Si esto se puede lograr, la capacidad del VIH de progresar al SIDA podría verse profundamente limitada o incluso detenida.

Si bien los mecanismos de transmisión de célula a célula aún no se comprenden completamente, los hallazgos representan un cambio profundo en nuestra comprensión de cómo el VIH progresa a SIDA y nos brindan una idea de las posibles estrategias para la erradicación del VIH.

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