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Una descripción general de la esclerosis múltiple remitente-recidivante

La EM remitente-recidivante es el tipo más común de esclerosis múltiple que implica un aumento de los síntomas seguido de una recuperación parcial. Aprende más.

La esclerosis múltiple recurrente-remitente es un tipo de enfermedad neurológica causada por la ruptura de una cubierta protectora del nervio llamada mielina. Es el tipo más común de esclerosis múltiple 85 por ciento de los diagnosticados con esclerosis múltiple son diagnosticados con el tipo remitente-recurrente. La esclerosis múltiple afecta a más de 1 millón de adultos en los Estados Unidos.

Síntomas

Esta degradación de la mielina puede afectar tanto al cerebro como a la médula espinal. El daño de estas cubiertas nerviosas puede causar una variedad de síntomas llamados exacerbación de la EM, que pueden volverse tan severos que las personas pueden ser incapaces de caminar o cuidarse por sí mismas. Luego, estos síntomas son seguidos por un período de remisión en el que los síntomas disminuyen parcialmente o desaparecen por completo.

La sintomatología de la esclerosis múltiple remitente-recurrente incluye, pero no se limita a:

  • Fatiga
  • Dificultad para caminar
  • Entumecimiento u hormigueo en brazos, piernas o cara.
  • Debilidad
  • Déficits de visión
  • Vértigo
  • Dolor
  • Problemas de vejiga e intestinos.
  • Deficits cognitivos
  • Cambios de humor

Causas

Si bien aún se desconoce la etiología de la esclerosis múltiple, se cree que es el resultado de una respuesta inmune anormal contra el sistema nervioso central, probablemente el resultado de la exposición a ciertos factores ambientales en pacientes con predisposición genética. Los diferentes factores ambientales implicados en la EM incluyen la exposición al virus de Epstein-Barr, el tabaquismo, los niveles bajos de vitamina D y la obesidad.

La ubicación geográfica también influye en la tasa de desarrollo de la esclerosis múltiple. Las personas que viven más lejos del ecuador tienen más probabilidades de desarrollar esclerosis múltiple.

Diagnóstico

El diagnóstico de esclerosis múltiple remitente-recurrente se basa en el cuadro clínico (antecedentes de uno o más brotes) y se complementa con pruebas de diagnóstico, como análisis de sangre (para descartar afecciones que imitan a la EM), una resonancia magnética del cerebro columna vertebral, análisis de líquido cefalorraquídeo y potenciales evocados

La resonancia magnética debe mostrar al menos dos lesiones que involucren áreas específicas del cerebro y / o la médula espinal. Se puede obtener un análisis del líquido cefalorraquídeo para buscar la presencia de proteínas anormales llamadas bandas oligoclonales en pacientes en los que el cuadro clínico y las resonancias magnéticas no son concluyentes.

Los potenciales evocados pueden mostrar un retraso en la transmisión nerviosa a nivel de los nervios ópticos, el tronco del encéfalo y la médula espinal.

Tratamiento

La esclerosis múltiple se puede tratar mediante diversas intervenciones farmacológicas, según la fase en la que se encuentre la enfermedad. Algunas de ellas, como los esteroides intravenosos, se utilizan para tratar los brotes o exacerbaciones de la esclerosis múltiple. Otros tratamientos, llamados agentes modificadores de la enfermedad, se utilizan para prevenir futuros brotes. Aquellos incluyen:

  • Interferón-1A
  • Interferón-1B
  • Acetato de glatiramer
  • Fumarato de dimetilo
  • Teriflunomida
  • Fingolimod
  • Siponimod
  • Cladribina
  • Natalizumab
  • Ocrelizumab
  • Alemtuzumab
  • Zeposia

Los medicamentos también se usan para tratar los síntomas comunes de la EM, como espasticidad, dificultad para caminar, falta de control de la vejiga, fatiga y dolor. Además, las terapias físicas y ocupacionales se utilizan comúnmente para ayudar a fortalecer los músculos de las extremidades superiores e inferiores, así como para ayudar con el equilibrio. La terapia del habla también puede estar indicada si los síntomas incluyen deficiencias en el habla o en la deglución.

Albardilla

Vivir con esclerosis múltiple remitente-recidivante puede ser difícil, especialmente en lo que respecta a controlar sus diferentes síntomas y la imprevisibilidad de la enfermedad. Sin embargo, aprender todo lo posible sobre esta afección, evitar los desencadenantes de la EM y comenzar el tratamiento de la EM lo antes posible le permitirá hacerse cargo de su enfermedad.

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